Hola amigos, en esta ocasión el reto era bastante más duro que en otras ocasiones. El objetivo era hacer la Norte del Mulhacén, llegando a ella por la vereda de la estrella, uno de los accesos mas largos, y que en definitiva más desnivel hay que salvar, 2.400 mts., todo ello cargados como mulas, a una media de 18 kg. por mochila.
Para ello, salimos viernes por la tarde rumbo Güejar Sierra. Ni la autovia cortada a la altura de Elche, ni las retenciones en Granada, impidieron que los Fardatxos Alpinos Manolo, J.Daniel, Lean, Ivan y David llegaran a su destino. Para ello, el Dj. oficial J.D. nos deleitó con una serie de "temazos" con los que se nos hizo bastante más llevadero el viaje.
Una vez alli, dimos cuenta de las costumbres gastronómicas lugareñas, y le metimos al cuerpo una buena tanda de cañas con sus respectivas tapas, sin saber en este momento que nuestros cuerpos iban a pasar dos dias sin apenas ingerir alimentos y realizando un esfuerzo extra debido al estado tan "pastoso" de la nieve. Ya se que en las fotos parece como si fuese la ultima cena, pero de haberlo sabido quizas hubiese entrado otra tapa.
Despues del picoteo salimos de Güejar hacia el Barranco de San Juan, que és donde empieza el trekking. Antes de llegar se nos cruzó en un tunel un lugareño de lo más espeluznante (ver video en el álbum).
Una vez en el sitio hicimos el primer vivac del fin de semana, para descansar y empezar con fuerzas al día siguiente.Ya el sabado arrancamos a las 8:30 de la mañana rumbo la laguna de la mosca, que fue donde montamos el segundo vivac, eso si, casi 10 horas despues, pufffff, ahi fue donde me dije "ahora entiendo la frase -Ya es hora de que los alpinos pongan a prueba su valia" y es que tuvimos que darlo todo para conseguir llegar al objetivo. En mi caso personal, fui "el debil de la manada" el fin de semana, pero gracias al apoyo de mis compañeros consegui sacar fuerzas y ánimo de donde no había. En el caso de Iván, fue su consagración como fardatxo Alpino con mayusculas, ya que al igual que el resto, hizo una labor fantástica abriendo huella.
Una vez ya en la laguna de la mosca, preparamos nuestros aposentos, con tal de que fueran lo más acogedores, ya que una larga noche nos esperaba por delante. Y ahí quería llegar yo, ya que no habíamos apagado el ultimo frontal todavía, cuando avistamos "AL ZORRO", si señores, si, se repetía la historia de siete lagunas. Pero en esta ocasión, tuvimos en cuenta algunos detalles, como no dejar comida en las mochilas ni cerca de nosotros, asi que la cubrimos con grandes piedras con el fin de que no puediese hincarle el diente. Todo fue en vano, ya que cuando nos levantamos "la escampá" no fue pequeña, ni pan de higo, ni salchicha, ni queso, ni na de na. Mal augurio teniendo en cuenta que teniamos por delante 9 horas de pateo.
Pues nada, una vez hecha la faena, "solo" nos quedaba bajar. Hasta el vivac llegamos mas o menos bien, pero una vez allí, vimos que no teniamos practicamente agua, ni viveres, a malas penas un par de bolsas de frutos secos y poco más (gracias a nuestro querido zorro).
Recogimos el chiringuito, echamos los mochilones a la espalda, y para abajo. Cinco horitas despues, conseguimos llegar al coche. Y sin más dilación, nos dirigimos de nuevo a Güejar para devorar aquellos manjares que nos iban poniendo, más que por gusto (que tambien), por necesidad, porque nuestros cuerpos iban pidiendo "chicha" por todos lo lados, ¡cinco hamburguesas de pollo de la casa! La chica de la cocina alubinaba con lo que engulliamos.
Una vez recargados emprendimos la vuelta a casa, con la conciencia tranquila de llevarnos bajo el brazo LA NORTE DEL MULHACÉN.MAS FOTOS
