martes, 15 de febrero de 2011

CAPILEIRA-VIVAC LA CALDERA-MULHACEN


Toda esta aventura empezó la madrugada del viernes al sabado a las 5 de la mañana, vaya madrugón, si en ese momento hubieramos sabido lo que teniamos por delante, ya habrian empezado a temblar las piernas.
Una vez estuvimos todos los valientes, Los hermanos Gomez (Leandro e Ivan), Jose Daniel, Raul, Pascual y el que les esta contando esta historia (David), salimos rumbo Capileira, pueblecito que pertenece a Las Alpujarras, un lugar más que recomendable para visitar.

Una vez alli (del tiron como buenos ansias vivos que somos), nos hicimos nuestro merecido almuerzo, "un bocadill de jamó y ques amb tomat" y acompañado de una buena cerveza (la primera de la mañana).

Sin más preambulos fuimos a la central electrica de la Cebadilla donde al ponernos las mochilas que rondaban entre los 15 y 20 kg. dijimos ¡vaya tela la que nos espera! . Pero a pesar del peso con gran ilusion iniciamos nuestra aventura rumbo el refugio Poqueira. Por el camino vimos bastantes cabras montesas, lo cual hacia mas amena la subida, aunque no se si Pascual pensaba lo mismo, ya que para él ya empezaban las calamidades (enga cuesta pa arriba). Tales fueron estas que cuando llegamos al refugio despues de tres horas y pico, Pascual dijo ¡aqui me quedo y mañana venis a por mi! y dicho y hecho asi fue. Y la verdad es que más de uno nos habriamos quedado en aquel fantastico albergue, con su comedor, comida, cocina y habitaciones con colchón, pero evitamos la tentación y decidimos tan solo aprovecharnos de él sacandole unas cervezas con unas palomitas de regalo.

Proseguimos nuestro camino rumbo el refugio de La Caldera, para lo cual tuvimos que superar unos rampones interesantes con la nieve en ciertas zonas "pastosica". Pero tal era la ilusión que a poquet a poquet conseguimos llegar a él.

Casualidades de la vida coincidimos alli con otro grupo de Elche, que va a escalar tambien a la mano, osea que nos sentimos como en casa (con alguna comodidad menos). Tan pronto dejamos las mochilas, hala a cenar sopica (alguno hacia años que no la provaba, eh Raul), tambien tallarines "al pesto" (puajjjjjjj) y acompañando con un buen vinico.

Finalmente, despues de pasar la noche (unos mejor que otros), venía el gran reto, subir al Mulhacén por la cara norte, pero solo tres fueron los que se atrevieron a ello, J. Daniel, Leandro y yo mismo. Como podeis ver en la foto, solo ver la cara norte impresionaba de narices, pero ni cortos ni perezosos le atacamos.

No fue exactamente por donde estaba planeado, pero no por ello desmereció la experiencia, más bien todo lo contrario, inolvidable y apasionante, no puedo describirlo de otra forma (bueno, un poco acojonante tambien).

Una vez en la cima, que no pudimos coincidir con Raul e Ivan por un contratiempo en el horario previsto, nos hicimos la foto de rigor que constataba que los Fardatxos nuevamente han coronado el pico mas alto de la peninsula, y esta vez por su cara más peligrosa.

Finalmente emprendimos la bajada hasta el refugio, donde todos juntos emprendimos la tortuosa bajada hasta la Cebadilla de nuevo, donde nos volvimos a juntar con Pascual, para acto seguido y sin mas miramiento ir a Capileira y dar cuenta de la gastronomia del lugar, tal como un plato alpujarreño, migas, y carnes a la brasa.

Ya solo quedaba ir pa la casa con el sabor de boca de haber disfrutado una vez mas de una experiencia con la naturaleza y con los amigos inolvidable.


FOTOS MULHACÉN